¿Dos o tres?
MDH Ramón Larrañaga Torrontegui
El pasado sigue a las personas escondido en la memoria y sorprende cuando menos se le espera. Jamás termina por marcharse, es un impulso que desea salir y no se conforma en estar oculto en un rincón del alma. Rompe el silencio y, brota sin importar el tiempo que haya pasado, reclamando un tiempo a destiempo.- Nadie sabe el lugar donde se oculta, ni el porqué sale cuando no se le llama, es ese algo en cierto momento que se presenta. Exige hacerse presente, sin ¡Una justificación aparente! Un pasado que cuando menos se espera amenaza el presente y futuro de una la relación. Ahoga, corta metas, revive instantes olvidados.Toda tentación es aunque sea generosa hace se pierda el compromiso con la persona que nos ama.- Es un error, un mal perdón, un ceder, un evitar, un algo que hace caer y daña por más tiempo de lo que se cree. La perseverancia en amor da logros, fortalece, determina acciones hace que el tiempo se haga corto, cumple felizmente. Los recuerdos de otro amor no son sanos sobre todo cuando no se tiene clara la voluntad en que se va a caer en un juego insano.- Controlar los impulso no deseados, estar consciente del daño que se puede provocar en la relación y que al final no resuelve sino termina en ser conflictiva la realidad.
Nos damos aliento asegurando en que ha llegado el momento en olvidar y no permitir que la emoción anterior nos siga haciendo presa sin dejar avanzar, pero no está en nosotros o en esa voluntad inmediata sino en una parte interna del ser la cual hace inutilicemos se pierda la cordura y se viva la emoción insana como si el tiempo no existiera o existirá estático. Arrancar el pasado es enfrentar emociones que lastiman o dan placer, es una cadena sin candado o una barca sin timón, que navega en contra de la libertad emocional.- Es un recuerdo en un destino que se amó, y no se aprendió a soltar. Es una antigua piedra en el camino capaz en hundir las buenas intenciones al no desear apartarla.
Se justifica, que ya no se dará marcha atrás, que ya olvido, y nada es igual pero es especulación, lección no aprendida que muestra “En cosas de amor, nada está escrito a pesar de creer, ya fue borrado” El tiempo se encarga en secar lagrimas, pero no es borrar pasiones, debilidades para que el pasado se olvide estando presente, se vive, y se vuelva a tropezar con la misma piedra.
El alma humana está llena de demonios sueltos que vagan, agitan los sentimientos, los precipitan a desear a envenenarse estando al corriente que morirá y se bebe por placer.- No hay manera en librar se caiga en los mismos errores, no aprende y se hunde por ese amor, en un mar de lagrimas derramadas. Aquellos lejanos tiempos en los que no s aferrábamos en medio de sentimientos embravecidos, sin querer soltar la congoja que ahogando el alma, pero aferrados en espera de un final feliz, una caricia, un te quiero. Aquellos tiempos, recuerdos tristes que abrieron heridas que no cicatrizaron, momentos no olvidados, falta de voluntad para marcharse sin decir adiós. Levantar la frente con dignidad, caminar fuerte para alejarse sin mirar atrás.
Una ilusión amorosa que alerta en medio del sueño y, repite buscando hacer entender “No te conviene” retírate lo más que puedas, olvídalo, te hace daño, terminara por hacerte más infeliz. Amamos.-, Allí esta esa realidad oscura que daña. El sentimiento que no entiende, es necio y prefiere engañarse con esa persona, mientras el sentido común nos alerta ¡Déjala! La vida es corta y hay que disfrutarse repartiendo el tiempo en lo que nos gusta hacer, lo que amamos, en lo que vale la pena invertir ese tiempo dejando a un lado la molestia de un mal recuerdo por alguien que en el pasado se amó y sus actos hicieron dejarlo atrás. Nuestros ojos, no fueron puestos en la espalda sino al frente para observar el camino.
Para que una persona nos ame se requiere constancia en actos, hábitos, atenciones permanentes y sobre todo lealtad. Que nos amen requiere fuerza de voluntad, estar consciente que no es un dulce al que se come cada vez que se antoja o se tiene deseo, no es un plato de segunda mano.- Es dar y esperar que se regrese, tomar decisiones conjuntas, sin ceder a tentaciones ajenas, evitar las malas maneras, saber que para que la pareja nos ame reside en uno mismo, en la experiencia placentera de lo que doy o estoy dispuesto a invertir.
No es un pedazo de pastel para comerse en una fiesta y terminar harto al día siguiente. Tampoco es justificar las tentaciones ajenas tratando en que parezcan lógicas y que afectan a la persona que amamos.- Ella está aquí, y ahora, es fuerza, recurso psicológico, control, tentación, tiempo, fatiga, placer. El amar es la voluntad en encontrar lo que mejora la calidad de vida, lo que ayuda a ver la vida en mejor manera.- Se dice fácil.- Amar ayuda a comprender mejor. Hay que ejercitarlo día a día entre proposiciones y deseos para fortalecerlo y se genere el deseo “Es creencia y motivación” Entre ambos las cosas serán más fáciles en superar, estar convencidos, satisfechos sobre los fines que persiguen. Es establecer reglas claras ante las tentaciones, hacer parte de uno a la pareja “Apegarla en las decisiones para que gane o pierda junto y no solo culpabilizarla”.