La nueva ley de protección de datos de la Unión Europea lleva a la plataforma a incorporar nuevas medidas de privacidad
Facebook tiene un nuevo servicio que ofrecer a los europeos: evitar que desconocidos usen su imagen sin que se enteren. O lo que es lo mismo, darles la oportunidad de recibir una notificación cada vez que alguien suba a la plataforma una foto o un vídeo en el que aparezca su rostro. La tecnológica ha decidido activar en los países de la Unión Europea su sistema de reconocimiento facial, una tecnología que usa desde 2012 en el resto de países del mundo, excepto Canadá.
El objetivo es que el usuario detecte cuándo aparece en fotos o vídeos independientemente de que le hayan etiquetado o no y, de esa forma, “evitar que desconocidos” usen su foto “para suplantarle” y “protegerle de conductas dañinas o abusivas”, según se puede leer en las nuevas políticas de privacidad de la compañía. El anuncio llega a un mes de que entre en vigor la nueva Regulación General de Protección de Datos, una nueva legislación aprobada por la Comisión Europea que a partir del próximo 25 de mayo permitirá a los ciudadanos obtener los datos personales que las organizaciones han almacenado sobre ellos y que les brindará el derecho a solicitar que sean borrados.
En mitad del terremoto de Cambridge Analytica -la filtración masiva de datos de al menos 87 millones de usuarios de Facebook- , la intención de la compañía de Mark Zuckerberg es que su site sea más transparente y dé al usuario un mayor control de sus datos. Por eso, además de pedir permiso para el uso de la tecnología de reconocimiento facial, la compañía obliga a revisar otras dos cuestiones antes del 25 de mayo: otro permiso relacionado con los anuncios publicitarios que recibe el usuario y la aceptación de su nueva política de datos y cookies. Quienes no contesten los cuestionarios en la fecha señalada, verán bloqueadas sus cuentas.
La nueva regulación de los anuncios es fácil de entender. Pongamos un ejemplo. Es lunes por la mañana y acabas de comprar una mesa para el salón en una web especializada. A continuación, accedes a tu muro de Facebook y te asalta un anuncio con un juego de sillas estupendo. No es casualidad. Hasta ahora Facebook ha usado datos que otras empresas le han proporcionado sobre tu actividad en otras plataformas, webs e incluso interacciones fuera de Internet, como compras físicas. “Esos datos nos ayudan a decidir qué anuncios mostrarte en Facebook o Instagram. Por ejemplo, si nos enteramos de que acabas de comprar una lámpara, es posible que te mostremos anuncios de alfombras o cojines”, explican en sus nuevas políticas de datos.
Ahora eso cambia: el usuario decide si Facebook puede usar esos datos para mostrarle anuncios. Con una advertencia: “Si no usamos esos datos, verás el mismo número de anuncios, pero es posible que no sean tan relevantes para ti”, explican en los nuevos términos y condiciones.
“Sin revelar tu identidad, ayudamos a los anunciantes a llegar, por ejemplo, a mujeres de entre 18 y 34 años interesadas en los juegos”, señala la tecnológica. Eso quiere decir que los anuncios que llegan al usuario están filtrados, no solo en función de sus compras, sino de sus características personales. Los que quieran desactivar esa función, podrán además escoger si Facebook tiene en cuenta su situación sentimental y sus inclinaciones religiosas y políticas.