DESPECHAR
MDH Ramón Larrañaga Torróntegui
La miraba buscando el momento en el cual poder acercarse, era esa sensación en encontrar lo deseado. En solo mirarla brotaba la sonrisa alegre, escuchaba su voz en lo profundo de su alma, soñaba con su acento, había que pensar y hacer algo bueno con ello. Encontrar la forma en estar cerca para enamorarla, caminar a su lado. De lejos la amaba, sentía la sensación en amarla mientras soñaba que dormía a su lado.
Si, usted sabe que ya no lo quieren, es mejor alejarse, se acabo el encanto. Es tiempo de marchar a una nueva experiencia. Quien lo amaba, no visualiza ninguna característica deseable que permita sostener la relación. Tal vez eso duela, pero es el camino que muchos deben soportar sin culpar a nadie por lo que desencadena. Lo aman de verdad, luego ya no importa y se pregunta ¿Qué pasa? La situación se torna insoportable, da miedo el marcharse y nunca olvidar. No es fácil salir corriendo con la preocupación y un recuerdo detrás, sobre todo si está al tanto que aún el ama pero ya no se soportan. Es producto de una relación llena de preocupaciones y culpas
Dejo en darle consejos y usted en escucharla. Se inicia un camino en medio del amor el cual de pronto cambia las frases de amor por groserías convertida en agresividad. No se parece en nada a quien juro amor eterno, la que jamás le haría un daño. No es la pareja ideal, el amor perfecto, la caricia deseada, la persona que más le importaba. Al inicio la amó demasiado, a menudo la exalta y hoy lamenta lo que está pasando.- Decide usted irse.
No se arrepiente de lo que ha pasado, lo que está dejando atrás, ese es su destino, su vida renovada. Caminar en la soledad y encontrar con quien reemplazarla, pero antes se dará tiempo para que cicatricen las heridas en su alma. Encontrar otra persona digna para alojarla. Usted ama pero la relación ha fallado, su presencia ya no es grata esto ocurre cuando menos se lo espera. Nadie es perfecto, es una buena persona, se ama en demasía y es el riesgo en salir lastimado porque simplemente dejaron de quererlo. El amor se marcha, es incontrolable. Inicia en los ataques y, busca hacer daño con sus palabras.
Cortar por lo sano, es difícil, puede argumentar multitud de justificaciones pero llega ese momento en que la relación se vuelve insoportable y desea desaparecer. Es peor quedarse y esperar en algo que ya no resulta cómodo. No todo fue un error sino algo que ambos se dieron a la tarea de formar y ha llegado al plano sin retorno, el de la destrucción ¿Qué hacer? Es la pregunta inmediata, si no tienes a donde ir. La amas, le importa, recibía consejos pero dejaron en ser el uno para el otro.
Si, está herido, lo que quede atrás no importa por salud mental, se siente mal y, hay que emigrar, urge desintoxicarse para bien o para mal, es la única forma correcta que encuentra a la mano, desaparecer de su vista y no solo en dicho, sino en hecho. La ama pero lo ha herido, ha visto caer cada reproche en cada instante volviéndose intolerante la situación. Todo lo que hace o deja en hacer, lo califica como error echándoselo a la cara.
Eso molesta, no es fácil en asimilar. La situación lleva tiempo por ese derrotero y ha querido restaurar señalamientos, encontrar el cariño y, la confianza pero repito, no es fácil, no entiende, no se deja ayudar. Asume que ella es la única que esta correcta, es la capaz en señalar errores, pronunciar descalificaciones, disfruta ser vista haciendo las cosas sin su presencia. Ya, no le importas, por eso se está liberando de su presencia. No hay nada que hacer, hay que dejar atrás el capitulo y empezar de nuevo ¿Qué vas hacer? Buscar una nueva, esperar a que las cosas se calmen. Cuando en la relación se ven solo errores, se estalla por cualquier cosa, se exige silencio, se escuchan lamentos es señal en que ya no se ama.
Dijo hace tiempo que le amaba y acepto que podría amarla pero no se pudo, fue difícil, doloroso, imperfecto. Cuando lo amaban no eras tan malo, ni tan incorrecto. Al dejar de amarlo se estampa en el camino la dignidad en ese juego de amor en el cual uno hace se rinda el otro y a la larga ambos pierden, pero eso ahora ya no importa ante el dolor inmediato, en el evento de la marcha para siempre, sacarla de su vida y, escapar no es la solución, es el destino, la nueva oportunidad.