Por Lic. Luis Antonio Aguilar Colado
¡Qué ironía!, el miércoles por la mañana, en la ciudad capital del estado, un juicio iniciaba.
“El Químico Benítez” también conocido como “el cabeza de calabaza ” era sujeto a juicio penal.
Todo un cúmulo de atrocidades, robos, abusos, inmoralidades y otros etcéteras, lo tienen en esa situación y lo que sería peor para alguien con moral y vergüenza, sujeto al escarnio de los mazatlecos; no estamos muy lejos de cuando desde su campaña a la presidencia, una de sus banderas era el enjuiciar a Fernando Pucheta, el intento lo realizó pero no le funcionó nada.
Hoy pues la moneda se le volteo y no es nadie en lo personal que lo quiera tener tras las rejas, ¡NO!, es todo el pueblo de Mazatlán que se siente agraviado por el lodazal que dejó el tan inmoral sujeto y cuando digo que ironía, es porque, mientras “el quimiquin” arrastra su desprestigio por calles mazatlecas y por el taller cantina de la calle México, me tocó ver y oír cuando el domingo de carnaval, a la altura del restaurant “El Palomar”, ahí por la Playa Norte, la gente se arremolinaba esperando el desfile que ya se acercaba, cuando hubo alguien que vio a Fernando Pucheta que caminaba abriéndose campo entre la gente y alguien gritó, “miren, ahí va Pucheta” y un buen número de gente le empezó a gritar con algarabía: “Pucheta, Pucheta, Pucheta” y así por un buen tramo de terreno que recorrió hasta que lo perdí a lo lejos y entre la gente.
Entonces pues, mientras uno que quiso presumir de justiciero fue quemado en la hoguera de la deshonra y luego llevado ante la justicia de los hombres, el otro pasea su nombre y presencia con toda sobriedad y reconocimiento ante una muy buena parte de los mazatlecos, claro que seguramente Fernando tiene detractores, pero en política, ¿quién no los tiene?, total yo digo, yo solamente digo…