– José Angel Sánchez López –
Para crear lo fantástico, primero debemos entender lo real. Walt Disney
Mientras que los gobiernos federal y estatal pugnan por abatir los niveles de rezago educativo, la Universidad Pedagógica del Estado de Sinaloa (UPES), institución encargada de la formación profesional de los nuevos docentes que lleven integrada la enseñanza en valores y el nuevo modelo educativo nacional, va en precipitado retroceso predominando el arribismo de simuladores, el terrorismo y la represión para acallar voces discordantes y despojar a maestros de posiciones ganadas en base a sus conocimientos, por méritos propios, son las premisas que saltan a la vista en la nueva administración bajo la rectoría del Dr. Miguel Angel Rosales Medrano.
El prestigio docente de que gozaba el Dr. Rosales Medrano, que llegó a ocupar la Sub Secretaría de la SEPyC durante la administración del Ing. Renato Vega Alvarado, se derrumba al rodearse y ponerse en manos de personas caracterizadas por sus desmedidas ambiciones y corrupción.
Grave que en lugar de reconocer y salir al paso para corregir desvíos en la ruta de la UPES el Rector Rosales simule desconocer la problemática y pretende desvirtuar con mentiras lo que está a la vista: corrupción y represión.
En reciente visita que hizo el Rector de la UPES a la Unidad Los Mochis fue entrevistado por los reporteros y al ser cuestionado sobre irregularidades de todos conocidas eludió respuestas y respondió con mentiras.
Al ser cuestionado sobre la presencia de Rosario Ruiz, maestro de pésimos antecedentes en la misma UPES, en la Secundaria IMA y el CAM en donde llegó a ocupar la dirección de esas instituciones y fue despedido por actos de corrupción simuló desconocimiento.
En la UPES Rosario Ruiz, mejor conocido como “Chayo Tranzas”, salió en medio de manifestaciones de repudio de alumnos y maestros.
Existen expedientes sobre los problemas provocados por ese personaje, habiéndose entregado un documental al Rector Rosales en su primera visita a la Unidad Los Mochis.
Hoy que regresa adujo desconocer esos antecedentes y aceptó que Ruiz es su asesor y que realiza “trabajos especiales” en Culiacán, cuando la realidad es que su centro de operaciones es el CAE (Centro de Atención Estudiantil) de la Unidad local desde donde pretende manipular administración y academia a través de su “amiga” a la que impuso como Directora.
Esta persona, María Adriana Estrada Soza, comenzó a desplazar a personal de experiencia para colocar a sus amistades procedentes del CAM Mochicahui, a donde está adscrita y se supone que trabaja.
Se cuestionó al Rector Rosales sobre la presencia de Karla América Rojo en la Unidad Los Mochis, quien desde el arribo de la nueva administración universitaria fue colocada por Rosario Ruiz en el CAE cobrando mientras le llegaba nombramiento oficial, el que está por otorgársele como Directora de Vinculación Social.
Esta persona, Karla América, trabajó en la administración municipal de Zenén Xochihua creando un programa supuestamente de prevención social que resultó ser electorero para favorecer la candidatura a diputado del Arq. Gerardo Peña.
Al ser electo éste se la llevó como “asesora” a México. Después de unos meses se regresó y se incorporó a la administración de Marco Vinicio Galaviz cuando era Alcalde de El Fuerte, ofreciéndole un programa de prevención social, que resultó ser el mismo que tuvo en Ahome. Tampoco funcionó pero si cobró a través de terceros cerca de 5 millones de pesos por supuestas asesorías en la elaboración de los programas que ya estaban en el papel.
Volviendo a la entrevista con el Dr. Rosales dijo que la UPES tiene hoy posibilidad de una radio estatal no la radio “pequeñita” que tenía. Se refería a Radio Jaguar a la que le cambió de nombre y le quitó programa de alfabetización y otros temas educativos. En cuanto a la posibilidad de una radio estatal, se estaba refiriendo a la frecuencia de FM que gestionó el Rector anterior, Dr. Aniseto Cárdenas Galindo y ya se le había adjudicado su frecuencia.
Dijo que se están armando programas de maestrías y doctorados, como novedad y no existieran, cuando ya existían desde la administración anterior.
Aseguró que la investigación se canceló hace año y medio, lo que es totalmente falso. Hubo, si, investigadores que no querían trabajar en lo suyo por andar en la grilla contra el Rector, agitando a los alumnos y a los maestros que les seguían el rollo.
Resulta falsa la aseveración del Rector Rosales en el sentido de que “a muchos” de los profesores con antigüedad no se les permitía participar, “a veces ni en clases”, cuando la realidad es que esos “muchos” eran la minoría, eran ellos los que se negaban a entrar y cuando lo hacían era para alborotar a sus alumnos y denostar a la institución.
El Rector negó que exista represión, presiones a maestras que ganaron sus plazas en concursos, cuando la verdad es, y la sabe muy bien, todo lo contrario.
El reportero tiene evidencias de las quejas y denuncias de esas maestras, unas en Conciliación, otras incluso ante la Agencia del Ministerio Público a donde tuvieron que acudir el Director de la Unidad Mazatlán y el jurídico obligados a pagar sueldos retenidos pero negando la evidente represión.
Hubo una carta que se hizo llegar al Gobernador Quirino Ordaz Coppel denunciando las represalias, misiva que se turnó al titular de la SEPyC. El resultado: una funcionaria cercana al Rector Rosales se mofó de una de las quejosas en referencia a la carta.
En Mazatlán, en Culiacán, hay casos de represión, de verdadero terrorismo en contra de aquellos maestros y trabajadores que eran colaboradores del ex Rector Cárdenas.
En Los Mochis poco a poco se van apoderando de espacios, lo más grave, cubriéndolos que gente que carga en su bagaje una fuerte carga de corrupción.
En Mazatlán, la rebatinga por los puestos está al rojo vivo.
Ya hicieron a un lado al Director provisional, Jesús Ramón Cevallos para que asumiera la posición uno de los cabecillas de los movimientos desestabilizadores que se registraron el año pasado en esa Unidad, Hernando Hernández Pérez.
Aquel que intentaba derribar la puerta metálica de la Unidad, que vociferaba en contra del Rector y sus colaboradores, a sus espaldas porque de frente callaba y bajaba la cabeza, aquel que en el primer reparto del botín se quedó con la sub dirección administrativa sin conocer nada de administración (reconocido por él mismo) y tuvo que dejarla semanas después por lo mismo, hoy el nuevo Director: Hernando Hernández Pérez.
Y como dicen que cuando la pera es brava hasta a los de casa muerde, la represión contra los supuestos anisetistas se extendió ya a sus propias filas.
Ahí está el caso de Juan Lizárraga Tiznado, quien era miembro del grupo que luchaba contra el Rector Cárdenas Galindo, quien lo había sacado de la biblioteca al designarlo encargado de Radio Jaguar en Mazatlán y fue premiado con la Coordinación de Investigación y Posgrado de la Unidad Mazatlán por el grupo que tomó el poder por asalto.
Lo presionaron para que renunciara, como lo han hecho con las maestras.
He aquí lo que escribió Lizárraga Tiznado en su página de Facebook:
“Ayer miércoles 11 de octubre dejé la Coordinación de Investigación y Posgrado de UPES-Mazatlán y regresé a la biblioteca. No me pidieron ni la renuncia ni el regreso por la vía escrita (algo temen, que lo hacen de manera verbal), ni me han pagado la compensación prometida (ni otras deudas por impartir clases), por tanto, ya no tengo responsabilidad en Posgrado.
TRABAJO BAJO PROTESTA.”
Y continúa: “Responsabilizo de lo que sucede y lo que me suceda, en primera instancia al rector actual de UPES, luego al administrador de sus dineros, a sus abogados y al grupo que “conduce” a su conveniencia la Unidad Mazatlán. Hay riesgos, muchos riesgos; por honestidad y valentía, los asumo con todo lo que pudieran implicar en mi integridad física y en mi salud, pero está claro quiénes son los responsables. Sean testigos y estén pendientes.”
En represalia, a Juan Lizárraga ya no le llegó la quincena reciente.
Ahí está una muestra clara de lo que sucede en la UPES.
Represión, terrorismo laboral, arribismo y mentiras imperan en lo que hasta unos meses era una institución formadora de nuevos docentes con prestigio nacional e internacional.