Madres de desaparecidos desnudan a Estrella.
Mazatlán Home Port?.
Por Alejandro Gallardo
Las consignas políticas como “Si llega una, llegamos todas” y “Es tiempo de mujeres” se desmoronan cuando no se traducen en hechos.
Lo ocurrido este jueves en el Cabildo de Mazatlán es una muestra cruda de esa incongruencia. La presidenta municipal, Estrella Palacios, se encerró en sus oficinas y se negó a atender a un grupo de mujeres buscadoras, madres que claman por ayuda para encontrar a sus hijos desaparecidos.
Su ausencia no solo fue física, fue una señal clara de indiferencia y falta de empatía frente a una de las crisis más dolorosas que enfrenta nuestro municipio: la desaparición forzada.
Aunque la responsabilidad directa de resolver estos casos recae en otras instancias, como alcaldesa y primera autoridad encargada de la prevención del delito, lo mínimo que se espera de ella es disposición para escuchar, orientar y gestionar respuestas reales. Pero eso no ocurrió. Ni una palabra. Ni un gesto. Solo puertas cerradas.
Según datos del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública, Mazatlán acumula más de 300 casos de desapariciones forzadas. Las cifras son alarmantes. Pero más alarmante es la insensibilidad de quienes deberían liderar las respuestas.
Ante el vacío de la presidenta, las madres fueron atendidas por el Secretario del Ayuntamiento, Moisés Ríos, y regidores. El encuentro, lejos de brindar consuelo, dejó más preguntas que respuestas. Reclamaron el incumplimiento de una reunión previamente pactada con autoridades de la Vicefiscalía y el gobierno municipal para revisar el avance de las carpetas de investigación. Hubo momentos tensos, incluso ríspidos, entre el secretario y uno de los representantes del grupo.
Al final, se fueron como llegaron, con la misma incertidumbre, el mismo dolor a cuestas… y una esperanza más que se esfuma.
Eso sí, lograron algo que debería calar hondo. Evidenciaron, y desnudaron a una presidenta que no las entiende, ni las escucha, ni las atiende. Una funcionaria que, con su indiferencia, confirma que no es tiempo de mujeres… al menos no de todas.
Desde que asumió el cargo, Estrella Palacios ha mostrado escaso interés por los temas de seguridad y casi nulo contacto con quienes habitan las colonias marginadas y las comunidades rurales. Prefiere hablar de un Mazatlán de “bienestar” que no existe más allá del discurso y las redes sociales.
Su falta de compromiso se refleja en su agenda pública. Apenas un par de eventos al día, en su mayoría vinculados al turismo y la farándula. Una agenda municipal pobre, quizá la más floja que se recuerde. Como dicen la raza, “Como presidenta, salió mejor secretaria de Turismo.”
Home Port: ¿realidad o espejismo?
A propósito de turismo, esta semana el gobernador Rubén Rocha Moya lanzó el anuncio de que ya iniciaron las negociaciones para convertir a Mazatlán en un home port de cruceros. Es decir, dejar de ser solo una escala turística para convertirse en el punto de partida o llegada de estos viajes.
Dijo que la gestión pasará por FONATUR, un fideicomiso que, durante el sexenio de López Obrador, quedó prácticamente en ruinas, después de haberse dedicado más a rifar terrenos que a desarrollar destinos turísticos.
Aunque suena bien, hay que ser realistas: convertir a Mazatlán en home port requiere más que los 400 millones de pesos anunciados para mejorar la terminal marítima. Se necesita infraestructura, logística compleja, conectividad aérea, seguridad… y sobre todo, convencer a las grandes navieras internacionales, con sede en Miami.
Sería una gran noticia para Mazatlán. Pero con el escenario actual, parece más un anhelo de mediano o largo plazo que una posibilidad inmediata.
Por lo pronto, eso es lo que hay.