LIBRE
MDH Ramón Larrañaga Torróntegui
Todo fin de año, gusto en hacer un análisis basado en el justo momento para valorar lo que estoy cavilando y, hoy lo hago ¿Soy? El que firma sus escritos con su nombre, son parte de mis propios personajes y sin sabores. Uno a uno hago que broten mis criaturas en forma de deseos, demonios que agonizan y resurgen. De carne y hueso los cuales las lecturas moldearon atrevidos, para sacar su necesidad en ser escuchados al mostrar su yo, quizás su ego centrismo o, su verdad psiquiátrica, oscura, recóndita manifestación filosófica, su literatura o posición política, su engaño o verdad vital. Soy esencia y resumen de lo expuesto en letras, de lo que ignoro o apaga mi voz desesperada y, en pago observa a quien lo acecha. Grito para mi ignorancia que ha luchado por apagar mi voz por años.
Mi vida es reflexión, participación activa sin resignarme a ser callado o hacer morir las ideas. Soy parte de un existencialismo, un político estoico imperfecto, un filósofo meditativo que llega a conclusiones desde sus principios formadores. Soy lucha constante con los deseos, agonía, muerte y resurrección. Camino en lograr la virtud que arranca de mis deseos en la desesperación de una conciencia sana. Creo conocer o saber un poco de lo que la memoria hace recuerde en la victoria de una historia en la niñez bañada en la moral. A veces considero no merecerla en ese sentir al ver morir la justicia de tal suerte que surge la vergüenza.
Nací en un pueblo, siempre me he sentido profundamente ranchero lo que influyo en mis futuros estudios. Fui el quinto hijo de una familia de ocho. Mi padre murió a los 65 años de edad del recibí el coraje para vivir y de mi madre la parte religiosa ambos influyeron en mi comportamiento futuro. A los 10 años celebre mi primera comunión en la Iglesia de San Ignacio de Loyola. Mis primeros estudios los hice en la primaria José María Morelos y Josefa Ortiz de Domínguez del pueblo. En mi niñez los ideales se defendían a insultos, los niños vagábamos por el rio, los caminos o montes. A los adultos les gustaba asustarnos. La vida era normal entre explorar cercanías o estar en la escuela aunque fallaras varias veces haciendo la pinta, la niña y la santa maría.
A los doce años me traslade a la ciudad para estudiar la secundaria. Recuerdo que salía poco a la calle, en ratos solía ir a la esquina a jugar en una mesa a la cual se metía una moneda de veinte centavos para jugar fut bolito o esperaba a que el encargado se distrajera para meter una varilla de la barredora de calle con lo que se empujaba con el pivote y salían las tres pelotitas blancas sin pago. Por la noche gustaba subirme al techo a contemplar las estrellas. La mayoría de mis maestros eran liberales de allí mi sentido nacionalista, con tendencia socialista, lo que anticipo mi futura postura política, literaria, histórica, contraria al neoliberalismo.
En la juventud, me dedique al estudio, fui inquieto, enamorado, el matrimonio me tranquilizo, me volvió apacible. Jamás sufrí una crisis religiosa ni pensamiento fanático se apodero de mi mente, fui parte de cuanta manifestación universitaria de se dio en mi tiempo. En la Universidad nacional autónoma de México, me absorbió el socialismo, materialismo histórico y dialectico de Carlos Maxs, liberalismo, las ideologías progresistas. En el centro de actualización del magisterio: hizo que mis lecturas caminaran del magisterio intelectual, sus publicaciones apegadas a ensayos educativos. Me gusto la narración la poesía, escribir miles de artículos en la prensa con los que intervine en ideas políticas, sociales, económicas. Entre ensayos, sentimientos, anécdotas del pueblo, mi vida, hechos, razones políticas, posición liberal.
Tengo la firme idea en servir a la sociedad influyendo en su análisis político por eso he sido perseguido por varios gobernadores, destituido de cargos pero aquí sigo como los arboles de buena raíz hasta desterrarme voluntariamente entre regresos y bloqueos seguiré escribiendo por ser una persona libre de sanos principios, espíritu noble, humanizado sin mascaras ante las personas con sentido de responsabilidad, juicio claro, rebelde con fundamento social.
Detesto que las masas sean esclavos. Un ser que invoca la idea revolucionaría en establecer el principio del derecho ciudadano para que no se olvide nunca como conciencia previa de hombría y ejemplo en hacerlo prevalezca en la sociedad por encima de privilegios mal administrados. El único privilegio del ser es la igualdad, libertad, fraternidad. Un ser sin derechos no es libre que no lo olvide jamás. Defender el derecho de los seres es conciencia, palabra, ejemplo.