QUEBRANTAMIENTOS
MDH Ramón Larrañaga Torróntegui
El caballo debe estar adelante del carro y no empujarlo. La pobreza en los estados no es transitoria y aumenta conforme los impuestos caen sobre las penurias de la sociedad. Es una enfermedad endémica, está ligada a los altos niveles en desempleo, sub ocupación, mal uso del recurso público. Las personas trabajan hasta 16 horas diarias para sobrevivir en precariedad. La falsedad se produce bajo la argumentación institucional producto de los intereses del mercado y, apariencia política. El deterioro social no garantiza el mejoramiento de las condiciones sociales. Los estados y municipios de la republica están estancados en una etapa recesiva cuya profundidad se esconde. Su deuda interna y su desarrollo social va acorde en falta de virtud o escaso compromiso.
El joven profesinista esta impedido para un trabajo bien remunerado por su escasa capacitación, la educación que recibe es parcamente útil, el espacio social lo absorbe, la tecnología no está a su mano y su relación social funciona como estigma al ser calificado peligroso, ratero. No es aceptado en zonas elegantes, su trato laboral es denigrante, se le acusa en tener amigos que se dedican al robo, trafico de drogas, prostitución, etc.
La gente que se dedica a robar es mandada por otro, lo mismo la que se prostituye, al reparto del botín le toca poco por ello no termina en llevar a cabo un delito cuando ya está en otro. Quien reparte el botín y ejerce su justicia en ese reparto muchas de las veces esta amparado en la sombra de un político. Es el mundo del hampa que conocemos históricamente, son los tradicionales capos desde el pequeño robo de unas monedas en la calle a las grandes tranzas.
Siempre existe uno que se encarga en vender lo robado, otro que compra. Los maleantes son dueños de las calles por eso la ilegalidad y el aumento en la criminalidad no cesa. Las causas son muchas, entre ellas las mencionadas. Lo principal esta la corrupción política cuya estirpe alcanza los placeres sin pisar la cárcel. La sociedad al sentirse víctima se ha alejado, no reconoce a la autoridad deja que sigan siendo los protagonistas y queda a merced de ellos.
La violencia del consumidor de marihuana y coca es mucho menor que el de pastillas o foco, son personas que se envalentonan al consumir lo cual lo conduce a ese ataque irreflexivo sin mirar sus consecuencias. Estas drogas son económicas, propias de los excluidos y su delito recibe la máxima sentencia, los adinerados el usted disculpe o su expediente fue mal elaborado con falla de origen. Cada cual con justicia relativa a estatus. El político cree que la justicia se hizo para ser aplicada a la masa, está convencido que el dinero proporciona fuero imitado y que si es encarcelado se debe a que fue excluido de esa clase privilegiada. La constitución y el poder judicial se mantienen bajo resguardo del poder ejecutivo y, en sus filas se encuentran laborando muchos de los parientes de estos criminales a los que está impedido aplicar la ley.
Los mandos militares, navales ponen en duda la eficacia de la justicia al ver como a bandidos con arma en mano son detenidos, infraganti y después de ser remitidos a las horas están nuevamente por las calles. La pregunta es ¿Quién dispara más rápido? El que detiene o el que libera. El delincuente argumenta que es detenido por sospecha y fue remitido arbitrariamente con uso de violencia por su parte el juez le da la libertad y archiva el expediente.
Derechos humanos y el estado defiende a ciudadanos tomados con armas en su poder. Esto ha permitido que sea exhibido en los medios de comunicación para placer del morbo que produce la facilidad con la que quedan libres. El estado defiende su postura en que combate al delito con todas las fuerzas pero es evidente que el peso de la ley cae con furia sobre los marginados, los que consumen droga, la que se prostituye por hambre sin tocar a los de lujo. Los grandes son negociantes que se lucen en los medios sociales mientras realizan delitos financieros, estafas al fisco, robo a los trabajadores.
Estos tipos hasta lo que se sabe disfrutan confiados en la protección que les prestan los políticos a quienes les depositan sumas y a la vez tuvieron que ver para que fuera nombrado en el puesto en en que se encuentra. Los legisladores meten la mano en el nombramiento de la autoridad judicial, lo mismo el ejecutivo y aunque es violatorio de la constitución les sirve para auto protección si son agarrados en maniobras fraudulentas. Trampa y corrupción, juez y parte, dicta la aplicación de la ley y cuando no le conviene la modifica. La administración pública está repleta de este tipo de personajes, entre recolectores y los que venden su representación, al mejor postor.