Consciencia
MDH Ramón Larrañaga Torróntegui
Ella es amable, cómplice, se convierte en su amiga, lo respeta, jamás va más allá de esa lealtad. Llega en su sueño, es celosa, enamorada, persistente, confidencial, audaz, le habla a su espíritu, entre otras muchas otras cosas. Su experiencia la arrastra desde la infancia. En su sueño, le habla, hace que imagine cosas, lo excita, lo lleva a desvaríos. En ocasiones le despierta con sus provocaciones, le dialoga agresiva, se mete en juegos para que este activado constantemente. Es provocadora, inocente, ingenua, cándida hace que perdone y así sucesivamente siempre está presente.
Es la causante en sus sueños plagados en dislates, celos, hace que despierte agitado.- Que no está pasando nada, que el amor esta allí, intacto. Debo confesar la consciencia sabe lo que quiere, preocupa, lo perdido, ganado, el alguien que se fue, o causo su risa en ese instante.- Va y se revela, inclina los deseos, sentimientos, roba presencia. Al final lo deja solo, se marcha con un susurro en ese juego de provocación persistente.
Aleja y acerca ideas, sumerge, escoge finales, bromea situaciones en medio del sueño, sonríe, salta conflictos y se da su tiempo para estar contigo. Lo tira por las calles, lo levanta hacia las nubes. Hace olvide, tome algo o le dice que vuelva a ver a cierta persona imaginándola cerca mientras duerme.- Lo mismo aprieta que besa.- Hace de su sueño una noche perfecta con caricias nuevas, lo conoce de memoria.- Se apodera de su pasión, forja que estalle el cuerpo en un abrazo ardiente soñador. Se va pero puede usted ver la chispa de su picardía en el siguiente sueño.- Lo aguarda, no puedo sacarla de la cabeza. Es su fantasía, llega cuando está solo, indefenso. Lo hace sentir poco honesto.
La pregunta es ¿Su pareja, está dispuesta realmente a compartirlo todo? Sus ¿alegrías, penas, sin sabores, vergüenzas, orgullo?, ¿Tendrá la entereza para confesar sus debilidades, demonios, miedos? o, aplica el silencio como su cómplice cerrando los ojos, oídos, voz a sus faltas. Calla usted para que ambos caminen el silencio inexplicable de los errores, inventando el creer que el sentimiento es puro, sincero.
Así, es ella ¡La consciencia!- La conocí en el jardín de mis sueños.- Reía.- Yo-, la observaba, ella graciosa jugueteaba.- Una noche nos hicimos amigos, por años no me ha dejado ir, está presente, regresa para recrear mis sueños sin importar en lo sueñe. Se va por la mañana no sin antes darme el beso de los buenos días. Los momentos en mayor preocupación. Regresa a mi lado y, se encierra para no ser vista por nadie.
Me apoya, se apiña con mis inquietudes, me abraza para que descanse, conoce mis peores defectos. Es una fuerte relación.- No, se aleja jamás, he aprendido a llevar una buena convivencia para tener poder cuando se acerca. Sé; me acecha, le da vuelta a mis ideas, me hace mirar al futuro. Sé, no se separa, no se aleja, me explica lo extraño en mis demonios, los separa de las intenciones. Por extraña que suene nuestra relación, es evidente que es mi enemiga/amiga y, me ama a su manera. Ha desarrollado fuertes vínculos entre las culpabilidades que brotan en los sueños.
En sueño, desea charlar toda la noche pero se marcha en el instante en que despierto, permite unos minutos para conciliar nuevamente el sueño no obstante sus pequeños mensajes están presentes.- Me gustaría recordarlo todo pero no puedo, ni digo nada del olvido, esa amistad es solo entre nosotros. Son sueños sublimes en ocasiones, en otras inquietos sobre todo cuando me toma entre sus brazos amorosamente y hace piense que la amo. No es que la deje ir, ella se aleja, me deja solo, me habla “Sé” tiene sentimientos, realiza una tarea en mi persona, me hace vivir sueños de amor, momentos mágicos, luego silencios tormentosos.
Con ella presente, se sufre y se ama. Así es la consciencia cuando se conecta sin decirlo y, nos contacta en el sueño, concibiendo aprendamos con el mensaje que deja impreso o nos hace preguntas, pide atendamos ciertas circunstancias. Se va al despertar, jamás se queda para involucrarse en decisiones.
Ella recuerda todas las decisiones tomadas durante el día. Está segura en lo que nos dice, sabe nuestro mi comportamiento, lo que nos hace feliz y lo que nos vuelve loco en celos. Es astuta, despierta, pone personas cerca y concibe lo que el sentimiento exige involucrándolo entre gustos y pasiones. Espera el sueño para llegar, despierta en la congoja del encanto, y conoce el fondo de las almas. Sé deja sentir de vez en cuando, se hace del rogar.- Rara, así es esta cómplice.- Entre lo que hace soñar, carecemos y, lo que jamás tendremos. Es suficientemente hábil para hacerse entender, de lo que estas hecho, lo que amas y detestas. Siempre “Allí” está al pendiente, se afirma en el sueño, cuida y mira lo que deseas resolver. Sé encarga en acercar la idea.- Nace del fondo de sus sentimientos y sus consejos brotan del alma.
