BAÑOS PÚBLICOS
MDH Ramón Larrañaga Torróntegui
Existía la creencia en que si la persona se bañaba el cuerpo se ablandaba produciendo daño. La gente se bañaba cuando se iba a casar o estaba enfermo. Los egipcios eran muy cuidadosos de su higiene, se bañaban tres veces al día, usaban una mezcla de bicarbonato de sodio, cenizas y una espátula para tallarse. Los griegos y romanos ya disponían de baños públicos, no se usaba el jabón, usaban una espátula para tallarse el cuerpo y, posteriormente se untaban aceite. Los babilonios iniciaron con el jabón el cual lo hacían de carbón vegetal y grasa animal. Serian los ingleses los inventores de las bañeras. En épocas anteriores cualquier esquina era baño público, los excrementos corrían por las calles, lo mismo los orines. Higea, es una Diosa romana, de ahí proviene el concepto de higiene, a ellos les gustaba disfrutar el baño con agua termal.
El acercamiento con los turcos trajo ese baño a occidente iniciándose el poner letrinas públicas para hacer sus necesidades, se prohibió tirar los orines a la calle desde las ventanas. Las romanas se bañaban y perfumaban, usaban lavaderos públicos para su ropa. Era común las vacas y caballos por las calles quienes dejaban sus excrementos regados, La canalización hidráulica de excrementos y agua llega en el siglo XIX, antes de ello, las calles arrastraban los excrementos, las ciudades eran sucias, apestosas, contaminantes y, por esto no fuera suficiente los carniceros al sacrificar los animales lo hacían en las plazas públicas a la vista de toda la gente. ¿Imagine? la ciudad, sin baños, en donde el individuo se separaba en forma discreta en una esquina oscura y defecaba. El monte, los patios de las casas, los callejones, el cauce de un arroyo, rio cercano. Llegaron las fosas situados cerca de la noria de donde se consumía agua lo que aumentaba el riesgo en morir por enfermedades. Con ellas nace un oficio: Gente que se dedicaba a recoger heces cuando se rebozaba y ese excremento humano se vendía para abono en tierra cultivable. La orina se inicio comercializándola para limpiar la ropa, tallar pieles. En algunas ciudades existían individuos que se dedicaban a criar cerdos y cobraban por llevarlos a limpiar fosas. La lluvia arrastraba los desechos y contaminación a los ríos.
Imaginemos al día de hoy, que el vecino aviente desde su puerta a la calle la bacinica con heces fecales y orín acumulada de la noche. Sin embargo se continúa con los problemas de la basura, se recoge en las calles pero se sigue tirando sin conciencia. La lluvia arrastra a los sumideros los desechos humanos, plásticos, animales en descomposición, aceites, pinturas, llantas, y su destino final son taponamiento de los causes convirtiendo a la ciudad en foco de contaminación.
La gente tenía la idea que bañarse con agua caliente, era malo al exponer sus poros a los olores y eso ocasionaba todo tipo de males y, el mantenerse sucio protegía (era mejor no bañarse) Limpiaban su cuerpo con un trapo mojado en su parte intima, creían que el catarro, gripa se presentaba por bañarse. Especulaban que lavarse los ojos perjudicaba la vista y podía quedar ciego. Las mujeres se bañaban dos veces al año. La ropa la limpiaban con orines y usaban perfume para quitar el mal olor, se cambiaban la camisa blanca pero no se lavaban el cuerpo. Enjuagaban la boca y masticaban tortilla quemada. Pocos usaban ropa interior y quienes lo hacían duraban un mes con ella puesta.
Se fue incrustando la idea para convencer a la gente que no aventara los orines a la calle y en casa hiciera una fosa séptica. En 1774, Karl Wilhehm Scheele descubrió el cloro y encontró que al combinarlo con agua limpiaba la ropa. Los ingleses fueron los primeros en instalar tuberías para sacar los excrementos y desechos de las casas. Tardaría en llegar el lavarse las manos, aseo diario, el jabón y, pensar que bañarse no es malo.
Los primeros excusados usados por los romanos eran un agujero montado sobre tablas o mampostería dependiendo de la clase social. Los ricos arrojaban a su fosa séptica y, los pobres a la calle. La forma en limpiarse usaba un palo tipo escoba con una esponja marina al final a falta de papel higiénico. La idea original del antiguo excusado romano es muy similar al actual. Para entrar al baño público se pagaba una pequeña cantidad la cual servía para que una persona se encargara de mantener limpio el lugar. Al salir a la guerra en sus campamentos ponían a la tropa a excavar zanjas exclusivas para defecar cerca de un arroyo y, al terminar asearse su parte trasera.