ENTENDERSE EN EL AMOR
MDH Ramón Larrañaga Torróntegui
La madurez consigue llegar al nivel de conciencia en la que se desea ser feliz. Cada situación cuenta con una causa específica, una circunstancia presente, una razón de vivir, un derecho a ser feliz. Es el beneficio armónico que entendemos como la parte a integrar emocionalmente para estar tranquilos. Aquellos que no logran coronar en su vida o no lo entienden hablan mal de ello o no forjan nada por remediar esa demanda, ni siquiera perciben la súplica. El inicio en el desarrollo sentimental lo obtenemos de los padres, familiares, amigos (as) y, puede ser para bien o mal siendo la entrega de ternura, cariño un problema irresuelto o se recuerda mal, desconfía y no se desea agregarlo al considerarlo una forma de dependencia. Amar es dar y recibir sin confundir, merecer y quedar satisfecho con lo que se tiene. Insistir en un error pasado es alejarse, perder, no tener valor para respetarse uno mismo.
Si, la persona nos deja, nos sentimos mal, especulamos con que ya no se encontrara otra igual de tal suerte que la culpabilizamos o valoramos de malos sentimientos. No todas las personas generalizan en este punto dependiendo de su auto estima, personalidad y carácter. El amor, no se vende en una tienda ni se comporta como lo vende la televisión en sus telenovelas, esas actuaciones son prestaciones disfrazadas tomadas del amor verdadero. El amor es el que su corazón elige y, se queda para siempre con usted sin importar se marche en un momento de la vida por la circunstancia que sea.
El amor, no niega sino da, se acerca, está al pendiente incluso vencido, doblegado por las circunstancias.- Ese es el sincero, el que ama de verdad y se convierte en centro de nuestra vida sin que se desee abandonarla. Quien ama respeta, cuida, busca jamás perjudicar, admite los errores de su pareja, sabe que es la persona que complementa su vida y es capaz hasta de perder la vida por ella (él) El que usa y no ama, no ve una razón para quedarse, se marcha o vive en una misma casa pero está ausente. Siempre existe una razón para amar sin embargo en su transcurso muchos cambian, se olvidan, hacen llorar y, la relación la convierten en tensa. Amar duele, el olvido lastima a nadie le gusta. El ser humano no cuenta con la capacidad para penetrar en la mente del otro y obligarlo amar.
Muchos cambian para bien: Al principio no aman porque traen en su pensamiento a otra persona que les gusta, de la cual esperan su aceptación, si no son amados salen heridos y terminan siendo el mejor enamorado sin planearlo mostrando el cariño acumulado, dando todo en una búsqueda de romper un recuerdo amargo. El dañado en el amor.- Ama, sin lugar a dudas una nueva relación, se regocijan en encontrar lo que en un principio no necesita y con el tiempo lo convierte en necesario. El amor alivia y a la vez daña, se presenta en ambas escenas con un mismo disfraz y diferente maquillaje, se acepta, rechaza, equivoca y aprende pero encanta, hace vibrar y, la persona se enchufe en vivir satisfecha al sentirse amada. Hay que aceptar que al elegir entregar el amor, la persona puede equivocarse por dejadez, ilusión, diversión como también se debe aprender del error, salir lo antes posible del mismo con la esperanza en encontrar algo mejor. Esa persona a quien entender, confiar que sea la solución y no el problema.
Deducir es el primer paso, para dar el segundo que es confiar en la persona para que la relación inicie a madurar sin problemas. No, solo de promesas se alimenta una buena correspondencia, también está presente la disputa por malos entendidos. La relación es un asunto de dos en mutuos objetivos a conseguir los fines deseados en el camino de la plenitud.
Siempre abra sospecha que lo mantenga en disputa, los aleje, confronte, convierta en enemigos y, en el trayecto se reconcilien a pesar de llevar a cuestas la paciencia agotada de uno por el otro. No es fácil mantenerse en equilibrio para encontrar las cosas que ambos desean, siempre hay ese algo que lo impide, cosas que no están en manos de ninguno de los dos y sin embargo uno se empeña en que el otro la alcance. Eso lo llamare ceguera, ignorancia por no estar al alcance y se empecine uno de ellos en que sea conseguida. Peor aún se vuelve cuando es culpado por fallar y al mismo tiempo reprendido ofendido en su estima.- Eso, es despreciar. Cada vez que conviva con la persona que ama, no busque defectos, sea benévola, amorosa.
