PLACER EN MENTIR
MDH Ramón Larrañaga Torróntegui
El presente está para vivir no para lamentarse de errores pasados que no puedes cambiar. El tiempo no se para, puedes reír, llorar o tirarte por una ventana el tiempo seguirá avanzando estés o no estés disponible. El tiempo nunca espera. No me gusta la gente indecisa, aunque, a veces, soy así. Cuando se amanece de malas la persona es pesimista, agresiva en sus charlas, insoportable. A nadie gusta le mientan, siente lo toman por estúpido. Si la persona piensa que algo le va a salir mal, efectivamente le sale mal. A la gente le gusta quejarse pero en realidad eso ¿La hace feliz?
Seamos honestos ¿Por qué adoptamos y difundimos mentiras? Ofrece placer distorsionar los hechos ¿Quién, no miente? Ni oralmente ni por escrito, ni a favor de alguien, ni por tener éxito en su trabajo, una idea que no comparte o que no refleja la verdad de la cuestión tratada.
Creo que al final del camino no te premiarán por lo que encuentres, sino por aquello que hayas buscado honestamente. Existen personas que todo lo que ven, lo consideran sagrado, todo lo que les hacen se lo merecen y, es lo justo, siempre se creen de todo lo que le dicen. La vida diaria define la conciencia “Usted es de los que siempre hará y expresará, lo que todos hacen y hablan”. Es de los que se niegan a complicarse la vida con la esperanza de que las cosas cambien sin hacer absolutamente nada.
A muchas personas les gusta mentirse para seguir cómodas y seguras y echan culpas a destajo “Ellos son los culpables de todo” Van por las calles gritando: “Soy la verdad”, para mantener una cara respetable llama en su ayuda a la falsedad. “No todos ven lo que somos, pero si ven lo que simulamos” Nicolás Maquiavelo. Aunque la mentira lo oculte todo y lo abrace. Es la cosa más fácil que podemos hacer, pero lo más devastador para la verdad. -Cuando la gente renuncia a la verdad, esta muere. La mentira solo vive en el organismo propicio, donde no encuentra presiones.
Se requiere madurez para hablar, gritar la verdad o a expresar en voz alta lo que pensamos. No se hace por considerarla peligrosa. Se toma en camino fácil, accesible y se aprisiona la cobardía arraigada, (inseparable). El camino es hablar fuera del límite podrido y pedir “No, le digas a nadie y si lo haces lo niego”. Si en la madurez, nos uniéramos, nos asombraríamos por lo rápido que la mentira quedaría huérfana. Lo que está desnudo aparecería carente ante el mundo entero.
Que cada uno, en su intimidad, realice una elección: Voluntariamente, para dejar de ser siervo de la mentira -por supuesto, no queda fuera la inclinación a mentir, pero otra cosa es alimentar a la familia con las raíces de ese espíritu, o despreciar la mentira y volverse una persona honesta y digna de respeto tanto de los hijos como de los enemigos. Igualmente la estupidez es una enfermedad curiosa, pues no la sufre quien la padece, sino quienes le rodean, y su fundamento es el tiempo: si alguien repite una estupidez el suficiente número de veces, acabará considerando que esta actitud es lo normal, la defenderá y la incorporará, definitivamente, en su día a día.
La estupidez es muy común, la vemos en una plática, en la familia, cuando nos atacamos psicológicamente, o uno se queja del otro con la esperanza en que olvide la ofensa. No hay estúpido que no se sienta soñado. El estúpido emocional se especializa en criticar, ve la estupidez ajena y se concentra en ella, olvidando la propia. Al igual que la mentira la estupidez es contagiosa y aumenta con su práctica “Si, respondo a una ofensa, me estoy contagiando de su estupidez (Criticar a los ausentes). Hay grandes mentes estúpidas que siembran a su alrededor sentimientos negativos innecesarios. Por ejemplo, el esposo (a) que ante una separación utiliza a sus hijos en contra del otro haciéndolos sufrir.
La vida se compone de opciones y elecciones: las opciones le son dadas, pero son las elecciones que uno toma las que te hacen avanzar por un camino u otro. Son las decisiones y no las opciones las que le hacen ser quién eres. En cada decisión va descartando expectativas, en cada decisión se pierde de algo. Se tienen tantos caminos como se quiera pero la decisión es solo una o caminar reflexionando. Se puede resolver, estancarse en un lugar, salir corriendo, seguir mirando hacia atrás o apartar el pasado para poder hacer frente al futuro. Hay una cosa segura en esta vida es que el pasado nunca más volverá.