Deuda estatal y municipal
MDH Ramón Larrañaga Torróntegui
Los gobiernos estatales y municipal endeudan y heredan sus deudas por varios años.- ¿Es una situación fiscal? ¿Por qué no se apegan a su presupuesto? Creo que es tiempo en pararles el alto para que la ciudadanía descanse un poco de los aumentos en impuestos.- Ellos derrochan, se van quitados de la pena y el ciudadano paga. El gobierno federal debe hacer cumplir la ley no solo en ingresos y egresos federales sino estatales y municipales quitándoles el cajón donde se nutre la corrupción para que se pueda redistribuir de mejor manera los ingresos que entran por servicios municipales y estatales.- Esto, se ha vuelto un negocio redondo con el predial, tenencia, trámites administrativos, permisos para la vía pública, alcoholes, refrendos, cada inicio de año suben un 20/30%. Una cruda realidad: La deuda, derivada de las malas prácticas económicas.
El sexenio de Enrique Peña Nieto se dedicó a endeudar al país, a poner las finanzas públicas en apuros al pasar de un endeudamiento de 34 puntos del Producto Interno Bruto, prácticamente al 50 por ciento del PIB. Los malos gobiernos (Moros y cristianos), hundieron las finanzas.La ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios.- Un papel sin destinatario, con buenas intenciones en donde el presidente se comprometía a estabilizar las finanzas públicas. En ella establecía sanciones hasta de prisión contra los servidores públicos que endeudaran ilegalmente y ocasionaran daño a la hacienda pública en las entidades y municipios del país. Sus saldos debían dejarlos saldados tres meses antes de que concluyeran su administración. Sin embargo quedo en letra muerta, los gobiernos estatales y municipales continuaron sacando créditos bancarios y al terminar se fugaron ante los señalamientos de la prensa, sin que existieran resultados.- Los gobernadores, y alcaldes municipales irresponsablemente hicieron de esta práctica su modus operandi en forma recurrente mientras Luis Videgaray (Secretario de Hacienda) se mantenía ocupado proyectando a su equipo para obtener un gobierno transexenal.
En Durango: El gobierno (PRI) del gobierno de Jorge Herrera Caldera lo dejo con una deuda por cerca de 15 mil millones de pesos. Ya traducidos en ideas entendibles equivale a pagarlo en 22 años de endeudamiento, hasta el 2038 los duranguenses estarán pagando esta deuda “Alarmante” pues no se vio traducido en obras y programas para beneficio de la sociedad. No existe quien pare esta lamentable irresponsabilidad financiera. Sonora.- Guillermo Padres, dejo una deuda de 32 mil quinientos, treinta y ocho millones. Mario López Valdez en Sinaloa, dejo 13 mil 130 millones de pesos, En Veracruz Javier Duarte de Ochoa: la deuda pública ascendía a aproximadamente 28 mil 891 millones 510 mil 038 pesos. En Colima le dejaron la finanzas colapsadas a Ignacio Peralta Sánchez (Actual Gobernador) y cuyos intereses lo están ahogando con un plazo hasta de 20 años, ¿Roberto Sandoval de Nayarit? etc.
La mayoría de los estados no cuentan con fianzas sanas por ejemplo en Durango no fue la excepción, el nuevo gobernador José Rosas Aispuro (PAN), lo que se observa a 10 meses de su arranque es que es el mejor gobernador evaluado a nivel nacional. ¿Qué hizo? Asumió una política austera y renegocio su deuda”
La deuda que contraen los estados es un negocio redondo tanto para bancos como el gobernante que lo contrata. Son acuerdos polémicos que van de la mano con futuras tributaciones y le llaman sanar el presupuesto. La economía mexicana se piensa puede ir regular pero enfrenta fallas profundas en materia de adquirir deuda estatal, municipal misma que se convirtió en loza para el que va llegando al puesto y cuya única salida que encuentra es subir impuestos, cobrar los servicios más alto, ocasionando un anémico crecimiento. En mi opinión el error consiste en que los dejan sueltos para no interferir en su autonomía estatal.
Es un precio muy alto que la sociedad tiene que pagar ¿porque lo permite la federación? Por las razones que sean, no es justo que sus consecuencias se reflejen en el bolsillo de los contribuyentes y en consecuencia no se pueda atender en un futuro inmediato las prioridades estatales, municipales.
La sociedad no es tratada con justicia y propone que el ingreso sea lo único que se gaste y se deje en hacer mal uso endeudando en automático. Es evidente que los gobernadores y presidentes municipales no quieren corregir el rumbo y gustan en sacar prestado con intereses lo que no se tiene previsto. La política fiscal en consecuencia debe poner un hasta aquí a la deuda interna y mantener un programa de seguimiento para que respeten lo programado.
Irónicamente la receta la aplican moros y cristianos todos los que van llegando. Abren los prestamos con bancos como si la chequera fuera propia y el que venga atrás que le arre. Es un asunto tan descuidado que se ha convertido en la antesala de los nuevos ricos por lo que preocupa y en consecuencia sean menos proclives a continuar en seguir aumentando la deuda interna. La obligación financiera contraída no desaparece muy por el contrario va en aumento, sigue viva, genera intereses, crea administraciones difíciles ante su falta de liquides.- Este es el panorama y solo nos resta preguntarnos ¿La ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios la dejara Enrique Peña Nieto como deuda pendiente para el que llegue a la presidencia de México?