ESENCIAL
MDH Ramón Larrañaga Torróntegui
Nadie se explica el ¿Por qué? En un cierto momento abre la puerta de los sentimientos para que otra persona entre sin pedir permiso. Es importante de vez en cuando voltear a ese pasado.- Regresar la mente a su primer amor, los pasos por la vida, años de estudiante, la experiencia, el descubrimiento de cabos sueltos, lo que sucedió y buscaba. Entrar en ese pasado desde la perspectiva actual revela el cómo funcionamos, siempre hay algo que falta amarrar y tenemos el privilegio en continuar activos.
Es la oportunidad en rescatar lo bueno en el corazón, hacer ese hincapié abriendo, recibiendo los golpes y comprender las heridas que aún no cicatrizan. Ser bueno no es dar dadivas sino amor comprensión a quien lo pida. Todos iniciamos buscando, demandando, participando. Y, conforme se camina llega un instante de lucidez que hace despertar el deseo, la convicción de la que cada uno viene dotado.
Nada es desdeñado, todo es importante. Es, lo que necesitamos, la infusión para llegar a lo que realmente se precisa. En el camino se va desaprovechando y ocupando. Recibiendo y dando, es el regalo del que disponemos y nos honra. Hay un precio a pagar, una traición inesperada, una relación tormentosa, la sed por beber el deseo insatisfecho al que se ama como fuente de vida. La existencia es abundancia acumulada y, es carencia, así se obliga disfrutar. En nuestro interior corren ríos que bañan en sentimientos, deseos, necesidades, convertidos en mensajes ocultos los cuales en el instante menos esperado estallan de placer o dolor. Cada instante se recibe y asimila algo. Desde el ejemplo la forma en que lo resolvemos, su enseñanza y experiencia es lo que se guarda.
Por mucho amor que se profese, nadie es de nadie, ni usted es mía, ni yo de usted, ambos somos fuente necesaria generadora de estabilidad emocional. Cuanto más importante es la persona para usted, se concibe mejor el propósito en la compaginación de dos convertidos en un solo espíritu, alma, un suspiro acompasado y reposado. Diariamente necesitamos esa infusión sentimental que nos llena y puede llevarnos al crecimiento. Amar es perseverar no se ruega, se da paciencia no voluntad en la actitud. Es la disposición en dar y recibir.
La persona a la que va amar, viene a usted, no usted va a ella, no significa sumisión sino entendimiento, compaginación entrelazada en sentimientos compartidos. Es empezar a llenar el vacío de los deseos. No es necesario expulsar el amor, así como llego se va cuando menos se espera, no se despide, se marcha. Se pierde la alegría, la esperanza, se construye de molestias. Los instantes de compartición en cambio se acompaña la vida sin cuestionamientos o exaltar defectos.- Se marche a tiempo cuando la injusticia hace su aparición y, no hay poder que la consuele. No es conveniente exigir que vuelva. Es mejor no verla guardando los recuerdos sanos y olvidando lo que no se soportaba.
El amor viene, guía, habla se fortalece y glorifica cuando es para beneficio de ambos. Estar presente es primordial como es el ser verdadero, es estar el uno con el otro aunque se esté lejos. La tarea es abrir al torrente sentimental para que fluya sin dudas o malos entendidos, ese es el punto que se encarga en despertar todo tipo de apetitos, la confianza, entrega completa.- El amor requiere dedicación, cumplir, hacer lo posible en la relación, pagar un precio para estar juntos. Estabilidad sentimental es justicia, alternativa en resolución sin ser condenado o guardar rencor. Siempre estar cerca, no hacer daño a pesar de la tentación en engañar.- La debilidad en el deseo.
El propósito, no es juzgar por el miedo que se lleva dentro ni por el hecho del arrepentimiento después del engaño. Error es caer en la tentación, es falsear ante la persona con la que estamos viviendo. La mentira escondida no genera paz sino desasosiego. Apreciar a la persona que nos ama, es construir, recibir, probar de lo que estamos hechos venciendo tentaciones.
La presencia del amor hace ahorcar los hábitos naturalmente, nadie hace cambiar por voluntad ajena sino que al desear congratularse se logra. Ese poder es parte de uno y no de otro. Es importante considerar sus palabras, actos, compatibilidad, crecer juntos, despertar en diferente manera, estar disponible. Dar lo bueno que se posea. Aprovechar la circunstancia ir al encuentro de un buen resultado. En la relación no debe reinar el orgullo sino prevalecer la comprensión en el camino de lo positivo, ser digna, reencontrarse en la adversidad de opiniones. Abrazarse con cariño renovando en esta forma su sentir.