RETOS
MDH Ramón Larrañaga Torróntegui
Donde hay soberbia, habrá ignorancia; donde hay humildad, disfrutará sabiduría, ¿Quieres arreglar el mundo? Comienzo por mejorar el pequeño mundo que soy. Aceptar la dificultad es edificarse a sí mismo. El valor es corrigiéndonos. El triunfo del ser humano surge de las cenizas de su error. Ese ser que no se queja de su soledad o de su suerte y, enfrenta con valor aceptando el reto. Cualquier momento es bueno para comenzar y ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvide que la causa de su presente es su pasado así como la causa de su futuro será su presente. Aprenda de los audaces, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo. Piense menos en sus problemas. Aprenda a nacer desde el dolor y a ser más grande que el obstáculo, mírese en el espejo de sí mismo y será libre, dejará en ser un títere de las circunstancias. Usted, mismo es su destino.
Usted es parte de la fuerza de su vida, ahora despierte, luche, camine, decídase y triunfará. No piense en la suerte, es: el pretexto de los fracasados. Cuando se sienta agotado y sin fuerzas, no permita que la debilidad se apodere, debe luchar por sus sueños, nunca abandonarlo, por difícil o lejano que lo vea. Oblíguese hacer todo por alcanzarlo. Si ese sueño no resulta en el momento que esperaba, no desespere, no mate ese sueño, sigua con mayor pujanza, con la fe en usted. Si se siente cansado, descanse, toma su tiempo, para reponer las fuerzas, para buscar un nuevo camino, para ver ¿Que está mal y que le ha faltado por hacer? No olvide la “Paciencia”, si la pierdes su sueño morirá y nunca podrá saber si era capaz en conquistarlo.
No importa que tan lejos este, ni si su corazón esta triste, sólo sigua, no se deje capturar por los momentos de debilidad y de tristeza. Los sueños no son fáciles, se debe trabajar cada día en ellos. Hay sueños que no dependen sólo de usted. Debe ser paciente y no perder la calma y sin castigo por no obtenerlo.- Saber esperar la circunstancia depende de usted, siempre positivo, paciente ante la desesperación y el arrebato. Lo negativo, bloquea el progreso, cierra puertas. Cuando no se lucha, nuestro corazón no tiene paz ni calma y la tristeza es más grande, muere cada día por lo infeliz, por ser incapaz en luchar o al menos haberlo intentado. Luchar es el mejor regalo que podemos hacernos, para nosotros mismos y para la vida, recuerda que la historia personal está hecha de decisiones.
Decidir es saber renunciar, saber perder ventajas y valores para ganar otros. La persona indecisa es víctima de dolencia nerviosa, gástrica y problemas de la piel. Si no desea verse enfermo, “Busque soluciones”. Las personas negativas consiguen, todo lo contrario, buscan justificaciones “Culpables”. Prefieren la lamentación, murmuración, el pesimismo.
Somos lo que pensamos. El pensamiento negativo genera energía negativa que se transforma en enfermedad. Si no se quieres enfermar “No vivas de apariencias”. Quien esconde, finge, hace poses, quiere siempre dar la impresión de estar bien, quiere mostrarse perfecto, bonachón, etc., está acumulando problemas. Es una estatua de bronce con pies de barro, son personas con mucho barniz y cero raíces. Nada es peor para la salud que vivir de apariencias y fachadas. Aceptarse como es”. El rechazo de sí mismo, la ausencia de autoestima, hace se vuelva ajeno a sí mismo. Ser uno mismo es el núcleo de una vida saludable. Quienes no se aceptan a sí mismos, son envidiosos, celosos, imitadores, destructivos.
Aceptar a los otros, aceptar las críticas, es sabiduría, buen sentido y terapia personal. Confía en las personas. Quien no se fía, no se comunica, no se abre, no se relaciona, no crea relaciones estables y profundas, no sabe hacer amistades verdaderas. Sin confianza, no hay relaciones humanas.
El buen humor, la risa, el reposo, la alegría, recuperan la salud y traen larga vida. La persona alegre tiene el don de alegrar el ambiente donde vive. ¿Ha sentido usted que su vida, trabajo, familia, no son lo que soñó? Ha querido decir ¡Basta!, no vale la pena el esfuerzo, esto es demasiado para mí. Por más que la vida golpee, no baje la guardia, ponga su pasión al frente y arremeta. No se preocupe si en la batalla sufre heridas, es de esperar que algo así suceda. Junte los pedazos, ármela de nuevo y vuelva a arremeter. Sea feliz, sonría, ame y disfrute de la naturaleza, el sol, lluvia, viento, las estrellas, la luna; en una palabra, viva.