Por Alejandro Gallardo
El primer año de gobierno suele considerarse un periodo de aprendizaje, de asentamiento, de planeación. Es el tiempo en que una nueva administración debe identificar los problemas más urgentes, rodearse de los perfiles adecuados y comenzar a construir los cimientos de su gestión. En teoría.
En la práctica, la realidad ha sido otra para Estrella Palacios, alcaldesa de Mazatlán. Su primer informe de gobierno no solo dejó más dudas que certezas, sino que confirmó lo que muchos temían: un arranque fallido, sin rumbo claro y con señales preocupantes de estancamiento, cuando no de retroceso.
No se perciben mejoras reales en servicios públicos. La seguridad, en lugar de avanzar, ha empeorado. La cercanía con la ciudadanía es prácticamente nula y lo más delicado: hay una visible regresión en transparencia y rendición de cuentas, sumada a indicios de posibles actos de corrupción. El aprendizaje, si es que lo hubo, no se tradujo en resultados tangibles.
Pero aún hay tiempo. No mucho, pero algo queda.
Este segundo año será determinante. Porque el tercero, todos lo sabemos, será absorbido por la efervescencia electoral, el desgaste natural del poder y la carrera por preparar la sucesión. Lo que no se haga en este segundo round, simplemente ya no sucederá.
Si Estrella Palacios quiere dejar una imagen distinta, necesita asumir con humildad los errores del primer año, evaluar con objetividad a su equipo y hacer cambios drásticos. Sobre todo, reconectar con la gente. Su lema de gobierno, “Bienestar para Todos”, está hoy lejos de ser una realidad. Pero aún puede darle contenido y sustancia.
También urge replantear su estrategia de comunicación. Necesita rodearse de asesores que no le vendan espejismos, que no maquillen cifras ni inflen popularidades ficticias. Es mejor enfrentar críticas con honestidad que vivir en una burbuja que tarde o temprano estalla.
El tiempo apremia. Aún puede aspirar a dejar una gestión digna, o al menos no repudiada por la ciudadanía. Pero eso dependerá exclusivamente de las decisiones que tome hoy.
Por lo pronto, como se dice coloquialmente, es lo que hay.