Especialistas del Cinvestav aseguran que el vehículo más importante de contaminación para adquirir la enfermedad son los alimentos y aguas preparadas.
Durante las vacaciones uno de los padecimientos más frecuentes que afectan a los viajeros son las enfermedades diarreicas, y aunque es poco común que las infecciones se puedan complicar al grado de ocasionar la muerte, sí llegan a arruinar la diversión y el descanso de cualquiera.
Investigadores del Departamento de Biomedicina Molecular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) refieren que el vehículo más importante de contaminación para adquirir la enfermedad son los alimentos y aguas preparadas. Por ello es necesario que ambos sean elaborados con estrictas medidas de higiene y que cualquier persona que manipule los alimentos se lave las manos previamente.
De acuerdo con Teresa Estrada García, investigadora del Cinvestav, lo que ocurre en los viajeros es que se exponen a microrganismos con los que no habían estado en contacto antes, cepas diferentes a las que circulan en su entorno habitual, sobre todo si los paseantes provienen de zonas más industrializadas del país y visitan áreas menos desarrolladas.
Para prevenir la enfermedad diarreica, la científica recomienda a los viajeros seguir algunas normas internacionales como es consumir alimentos que estén bien cocidos y evitar los alimentos crudos, además de dar aviso a las autoridades sanitarias para que levanten un registro e inspeccionen el lugar donde se piense se contrajo, de darse el caso, una infección.
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