En esta época de calor se recomienda poner más cuidado en el manejo de los alimentos. No sólo en su preparación y conservación, sino también en la higiene a la hora de consumirlos, ya que las elevadas temperaturas favorecen su descomposición, convirtiéndolos en fuentes de infecciones estomacales.
Las enfermedades gastrointestinales son una de las principales causas de consulta médica en el periodo de marzo a octubre.
Y, desgraciadamente, son los niños menores de cinco años, junto a los adultos mayores, quienes integran los segmentos poblacionales más vulnerables y con mayor riesgo de contraerlas.
Los principales síntomas de las infecciones gastrointestinales, adquiridas por alimentos contaminados o en mal estado, son presencia de fiebre (temperatura corporal superior a los 37°C), malestar generalizado, diarrea aguda y vómito.
Si bien el tratamiento para una infección gastrointestinal debe ser prescrito por un especialista, existen opciones naturales, como los probióticos, que ayudarán a mejorar el estado de la flora intestinal, coadyuvando al control de la diarrea.
Los probióticos facilitan la digestión de los alimentos, compiten ventajosamente con bacterias perjudiciales a la salud, alteran el pH local para crear un ambiente hostil a los patógenos, y evitan su crecimiento mediante el fortalecimiento de la barrera intestinal.
Entre los probióticos que garantizan seguridad y efectividad en el mejoramiento de los episodios de diarrea se encuentra el Lactobacillus Rhamnosus GG. Éste ha demostrado ser superior en eficacia, tiempo de respuesta y seguridad, acelerando la recuperación de los episodios de diarrea incluso en bebés y mujeres embarazadas.
Y en estos momentos, cuando el pronóstico del clima indica que la ola de calor se mantendrá afectando a casi todo el territorio nacional, lo expertos recomiendan poner en práctica estos sencillos consejos para un manejo seguro de los alimentos:
Preparar la comida al momento en que se va a consumir y refrigérala mientras no se esté ocupando.
Hervir o cocer bien los alimentos.
Usar agua hervida o purificada para lavar verduras legumbres.
Mantenerse hidratado, principalmente con agua simple.
Lavar las manos antes de comer y preparar alimentos.
Evitar comer en la calle.
Como manera preventiva, y con la finalidad de fortalecer a tu flora intestinal, los expertos en salud gástrica recomiendan ingerir diariamente, por lo menos, 10 billones de unidades formadoras de colonias.
Esa cantidad, en el caso del probiótico Lactobacillus Rhamnosus GG, corresponde a dos sobres, que pueden ingerirse directamente del empaque, diluidos en alguna bebida, o bien espolvoreados sobre los alimentos.