Uruapan, Michoacán. — Tras el asesinato del alcalde Carlos Manzo el pasado mes, el Cabildo de Uruapan aprobó la designación de su esposa, Grecia Quirós, como nueva presidenta municipal, decisión que ha generado reacciones encontradas entre la población.
La sesión donde se formalizó el relevo estuvo marcada por aplausos y muestras de respaldo de seguidores del exalcalde, quienes recordaron a Manzo como un funcionario confrontado con los grupos criminales que operan en la región. Sin embargo, también hubo señalamientos sobre los riesgos que implica continuar una administración en un contexto de violencia.
Quirós afirmó que su gobierno dará continuidad a los proyectos sociales y de seguridad impulsados por su esposo.
“Honraré la memoria de Carlos desde el trabajo. Uruapan merece vivir sin miedo y con oportunidades”, declaró durante su toma de protesta.
No obstante, parte de la ciudadanía y analistas advierten que la llegada de Quirós ocurre bajo un ambiente de tensión, donde persisten dudas sobre la protección a funcionarios municipales y la capacidad del Estado para garantizar gobernabilidad en el municipio.
“Si al alcalde lo asesinaron por no negociar con el crimen, ¿qué garantías tiene ella?”, expresaron usuarios en redes sociales, cuestionando la decisión y la falta de garantías de seguridad.
Uruapan enfrenta uno de los índices de violencia más altos en la región michoacana, con presencia de diversas células del crimen organizado y episodios recientes de ataques contra autoridades locales.
La designación coloca nuevamente a Uruapan en el centro de la discusión nacional sobre el riesgo que representa ejercer un cargo público en zonas con fuerte presencia criminal.
