La situación geográfica de nuestro país le permite ser rico en litorales, gracias a su clima puede ser productor de muchas materias primas particularmente de origen vegetal y por su diversidad muy probablemente en unos años se ubicará en los primeros lugares de reservas de flora y fauna más importantes a nivel mundial, pero es justamente este contexto territorial el que nos ha hecho enfrentar el efecto de fenómenos naturales que han dejado lamentables pérdidas humanas y materiales.
De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional, México se encuentra en el Cinturón Circumpacífico, que es donde se concentra la mayor actividad sísmica del planeta gracias a cinco placas tectónicas: Caribe, Cocos, Norteamérica, Pacífico y Rivera.
Acabamos de vivir dos momentos sumamente difíciles, con menos de 15 días de diferencia, dos grandes sismos han azotado a nuestro país, ambos desastrosos, casas destruidas en su totalidad, años de patrimonio derrumbado, pero lo más triste y doloroso, pérdidas humanas, hoy nos toca abrazar a nuestros hermanos que lo perdieron todo.
Ante la tragedia por la que pasamos, es hasta cierto punto reconfortante ver la solidaridad de los mexicanos, sociedad civil trabajando hombro con hombro con las autoridades, la esperanza de encontrar aún con vida a las personas atrapadas entre los escombros y el apoyar a los que permanecen en albergues u hospitales fortalece la unidad ciudadana.
Desde la Presidencia de la República se ha activado el Plan MX que coordina los esfuerzos federales de auxilio a la población en una emergencia, el Ejército, la Policía Federal, La Marina y Protección Civil se encuentran atendiendo a la población, todos ellos apoyados por vecinos y habitantes de las cercanías de los lugares colapsados.
Para el gobierno mexicano la prioridad en este momento es continuar el rescate de quienes aún se encuentran atrapados y dar atención médica a los heridos, después, vendrá la necesidad de ponernos de pie, de replantearnos las necesidades urgentes sobre cultura de prevención de desastres naturales. Existe una Ley General de Protección Civil y leyes de Protección Civil en todas las entidades federativas, que establecen el marco de actuación y coordinación de todos los sectores que integran este sistema y que establecen como prioridad la protección a la vida, la salud y la integridad de las personas, la difusión de la participación social en todas las fases de la protección civil particularmente en la de prevención, entre otras. Hay que conocer estas leyes, divulgarlas y sobre todo aplicarlas.
Como ciudadanos debemos de atender las medidas de prevención y seguir en lo mayor posible a las técnicas de construcción antisísmicas, organizar un plan familiar de protección civil que nos permita saber qué hacer antes, durante y después de una situación de sismo, por ejemplo revisar el estado que guarda la construcción de nuestra casa y sus instalaciones, diseñar rutas con vías de escape o evacuación y alejarse de lugares de alto riesgo.
Una vez más, los mexicanos damos muestra de nuestra fuerza, de nuestro amor al prójimo, toda nuestra admiración y reconocimiento a cada uno de ustedes, aquí no caben corrientes políticas, religiosas, no caben las clases sociales ni los prejuicios con los que muchas veces debemos luchar día con día, ante estos momentos tan difíciles todos somos México y México somos todos.