VIOLAR LA LEY
MDH Ranón Larrañaga Torróntegui
La desobediencia a la ley, involucra al ejecutivo federal, estatal, municipal y a la sociedad quien aprovecha el desorden ocasionado desde la dependencia en donde lo ilegal se hace legal, lo irregular sigue el mismo camino. Esto se debe a la falta de moral de las personas encargadas quienes engañan, no respetan y lo prohibido sirve para sus intereses privados. Se nota un desaseo en aplicación de la ley. A partir de ahí se entiende el otro tipo de ley que prevalece. Hay dos tipos de ley, la constitucional y la del campo oscuro que excluye a la primera la cual obedece al campo de la naturaleza del sujeto al frente. Así funciona actualmente el país.
El ejecutivo rodeado de diferentes tipos de personas que aplican la ley de acuerdo a su naturaleza por lo tanto el ciudadano considera imposible desobedecer a riesgo de ser excluido o que se demuestre el poder institucional sino acata calladamente el abuso. Se roba o se muere por equilibrar lo legal, la moral. Esto significa que la ley se impone con criterios ajenos a la misma, se obliga en línea diferente del orden en base al criterio de un funcionario quien dicta lo que está bien, debe ser o no ser sin distingo de ley sino la ley de su propia naturaleza.
Esta forma de administrar afecta a la sociedad en su generalidad y se replica en la calle sea en lo que sea. La corrupción en su aplicación del acto, delito cometido y la pena incurrida se trata como si fuera particular su solución y no la institución que representa. Esta es la principal manifestación popular para que las leyes no se respeten y no es que la ley no sea adecuada sino el uso que se hace en lo particular. El ciudadano viola la ley en la mayoría de las veces en forma pacífica, noble, en su medio, forma inmediata y justifica su desobediencia en decir el porqué lo hizo defendiéndose.
Esta desobediencia aunque no justifica el acto es de tipo civil como el no pagar sus impuestos, protestar por las alzas, su interés particular en robarse algo, violar lo prohibido en donde su máxima es no se aprendido. Normalmente miente para demostrar y que su pena sea menos severa. Mientras que el funcionario público elude la ley para sacar provecho de ella desatando la injusticia. Ambos pueden justificar su éxito en evadir la ley ¿Se justifica? Si la desobediencia a las leyes es injustificable ¿Dónde topa la justificación?
Por eso debemos preguntarnos ¿Quiénes son los empleados públicos, su utilidad, moral, ética? Para que comprendamos el juego de la sociedad, su desobediencia a la ley moral y legal. Vemos que se utiliza para captar recursos privados y no para regular las buenas relaciones entre el estado y el ciudadano siendo el funcionario público a quien no le ponen límite haciendo daño. Actúa como si su puesto fuera para su acción inmoral y se erija su voluntad por eso es visto con odio, acusado de todo tipo de abusos. Un funcionario que está dispuesto hacerle la vida pesada a los ciudadanos por el derecho que le confiere el puesto.
La discordia social en contra del ejecutivo brota desde esta matriz, lo mismo la desorganización, lo innecesario que ve la ciudadanía a respetar la ley. Por eso debemos preguntarnos ¿Por qué el ejecutivo, justifica a estos funcionarios públicos que son su responsabilidad? Parece que no existe respuesta pero debemos preguntarnos ¿Hay intereses del propio ejecutivo y el funcionario solo aplica una orden? El caso es que el funcionario no aplica actualmente o no asume el principio de la misma y solo se hace obedecer en la mulas de mi compadre. El interés general es que se respetaran por todos y se aplicaran conforme a derecho en forma efectiva y así las obedeceríamos ya que el desobedecer la ley pone en peligro la estabilidad social.
El problema “Allí” esta y aunque sabemos que su antecedente es histórico en ocasiones le echamos la culpa a los conquistadores pero no deja en que la ciudadanía se sienta ofendida al violarse sus derechos o en casos particulares cuando se impone por orden de un funcionario público sobre la dignidad del ciudadano mismo. La injusticia sin que en lo general se vea queda latente como riesgo para que futuros ciudadanos se hagan justicia por su propia mano al sentirse ofendidos con la autoridad en sus derechos.
Un ejemplo son la autorización para los vicios: Es difícil expresar que hubiera pasado actualmente si no se vendiera cerveza y vino en cada esquina o se fumara marihuana medicinal podríamos suponer que la ley no hubiera evolucionado, los modales prevalecerían estáticos, la moral Virreinal intachable, sin aborto, homosexualidad y temas diferentes en derecho. Todo ha cambiado menos las mañas de los funcionarios públicos.