POLÍTICA
MDH Ramón Larrañaga Torróntegui
Es claro y contundente el abuso psicológico que se ha desplegado por los diferentes medios de comunicación para que llegue hasta el último rincón del conciencia y sea consumido. El montaje esta puesto y es seguro que toda esencia será destruida dado que se apropio de la conciencia. Es un placer insano, egocéntrico en una historia que sigue mintiendo, montándose sobre lo que no existe, la tranquilidad de la sociedad y su desencadenamiento hostil.
La sociedad en su conjunto reniega de los candidatos a la presidencia de México. Su deseo es encontrar la fórmula que limite el poder y evidentemente a quien gobierne y sus allegados. México es el país del presidente todopoderoso que levita destructivamente sobre la naturaleza y sus recursos. El buen gobernante solo existe en la imaginación de quien ejerció el poder, su ensalzamiento es producto del pago o componendas. La sociedad observa a los que desean ser votados con el mal sabor de boca en percibir que no servirá a la gente, según la opinión en lo general.
Son personajes que busca su beneficio personal. Son tiempos en negociaciones para triunfar, de ceder a intereses y eso no tiene nada que ver con el bienestar social y aunque se dude son solo engaños para conseguir su meta personal.- Promesas que al final se hace todo lo contrario. La avalancha de necesitados votara por quien pague el voto de diferente manera.
Este cambio en el pensamiento político comenzó con fuerza años atrás, cuando el PRI se derrumbo y el nacionalismo liberal fue sepultado llegando las grandes ideas en el PAN y su libro azul, para destrozar honras, planear golpes, construir historias que hablen mal o bien de los bajados del cielo para que gobiernen. Una acción que se ha acentuado en las últimas épocas en los partidos. Todo está relacionado con el poder, es su fenómeno sin sustento real y sus creadores aparecen en las nominas tallados a la piel del candidato que obtenga la victoria sin importar el cómo. Los creadores de ídolos avanzan genéticamente y su aparente fin es obtener el oro en abundancia para mitigar sus penas. Importa su origen y preocupa la incertidumbre que los terráqueos ciudadanos reciben en mensajes ¿Son amigos o enemigos?
La realidad es que los políticos son irresponsables al no respetar la ley y limitan el derecho a decidir convirtiendo a los necesitados en comparsas. No implica responsabilidad administrativa la conducta anti social en la que se incurre y ese comportamiento denigrante para quien recibe lo único a lo que se considera tiene derecho el necesitado. Los candidatos y sus equipos recurren a este tipo de violencia mental en una sociedad que considera inmadura para decidir por sí mismos.
La sociedad mexicana a la cual no se le permite ser simplemente porque quien ejerce el poder intuye no está madura para hacerlo en su libre albedrío. El político en campaña busca la necesidad apremiante y se la restriega en su discurso para obtener el beneficio del voto o da a cambio dinero, despensa, intimidación, contrato de gobierno, subsidio a un programa, influencia futura en decisiones de gobierno o simplemente lo conforma con una promesa futura. El empresario invierte en la campaña a favor del futuro negocio convirtiendo en acreedor ambos candidatos y se ocupa en destruir la credibilidad de un tercero. El candidato esta consciente en que ocupa esta ayuda, y que el favor será pagado después.- Es el mercado de negocios futuros y su rebatinga para controlar lo que ocupan, conseguir sus fines, satisfacer sus egos.
El candidato y el empresario conocen el camino para saltarse cualquier problema de tipo legal por el dinero o especie invertida y algunos de ellos se financian mediante concesión de obras, evasión de impuestos donde el Instituto responsable en dar seguimiento se vuelve omiso. Si esta forma se instrumentara en otro país tanto el candidato como el empresario irían a la cárcel pero es México, el país considerado como empresa privada de quien gobierna en donde se aumentan los impuestos sin razón coherente o con pretextos absurdos.
México es un país con políticos irresponsables y en donde sus malas acciones no son juzgadas, nadie paga el engaño, abuso, apropiación de recursos públicos, nos guste o no. Quien no cuente con este perfil es mejor no trate en registrarse, es mejor se retire con tiempo porque para ser candidato sus acciones no serán buenas y vivirá en el escándalo cuando la sociedad lo esté juzgando. Los políticos en México a nadie responden por sus acciones, no hay consecuencias jurídicas solo la señalización del pueblo, pero ese escándalo se asume como gafes del oficio porque en realidad no hay que responder a ley alguna por las perdidas.