LEGALIZAR MARIHUANA
MDH Ramón Larrañaga Torrróntegui
El fenómeno de las drogas no se puede comprender sin tener en cuentas los conflictos escolares, desestructuración familiar, dificultades o no acceso al empleo, etc. Las situaciones de tentación y/o eliminación social que viven cada vez los estudiantes y grupos de jóvenes de nuestra sociedad.
Para tipificar el asunto no existe otro camino que un análisis profundo de los factores que generan estas situaciones de debilidad y/o eliminación social y la puesta en marcha de políticas coherentes con la compleja realidad, sin caer en actuaciones simplistas y parceladas de hacer llamados a los padres de familia para que cuiden las escuelas o legalizar su consumo. Son necesarias intervenciones globales en materia económica, psicológica, social, política pública, y esto debe ser en esta forma debido a las variables las cuales no son exclusivas de México y llegan algunas del extranjero, mientras que otras se producen en territorio nacional.
Habrá que repensar, pues, la relación escuela-violencia-delincuencia-drogas-discurso mediático triunfalista, más allá de los discursos gastados y de los datos cumplidores o justificadores del excesivo dinero que se le destina a este rublo. ¿Que sabemos de los estudiantes que consumen y porque lo hacen?, muy poco.
Hay que reconocer que la información mediática es lo que sobra y nos hace falta sobre la delincuencia estudiantil lo que provoca miedo en los padres de familia y culpabiliza a otros padres tratando de quitarse la responsabilidad asegurando que su hijo no anda en eso y si lo está haciendo es porque lo aprendió en la escuela a la que malamente lo inscribió tanto que se lo recomendaron ¡No, lo hiciera!
Cada día hay más casos de jóvenes que se suicidan y las voces de alarma suenan fuerte en los medios de comunicación, luego vienen las quejas, denuncias de las víctimas y termina en ser engaño de oportunidad política para moverle el tapete a un contrario en busca de “quítate para ponerme”. Por un lado la delincuencia, las drogas, la violencia entre iguales, y por el otro el maltrato familiar, asegurando que nuestra sociedad es cada día más violenta por falta de una formación en los valores y para justificar se aportan datos en cascada, sin el menor rubor, ni posible relación entre lo que sucede y vuelve el discurso mediático con tono más exagerado ¡La escuela esta fracasa y produce malogrados!
Nadie toca a fondo el tema de la relación que existe entre violencia y consumo de drogas, inclusive se habla que, los que consumen drogas podrían tener un 5% de vinculación entre ambos procesos, igualmente se cree que estos jóvenes no terminan como se asegura tajantemente como carne de cárcel, incluso estudios científicos aseguran que la droga lejos de producir la violencia más bien la controla, lo que no significa que si alguien consume droga controlara la agresividad. Sustancias como la marihuana, cocaína, el éxtasis y las anfetaminas, Que son las que rolan entre los estudiantes, pueden predisponer a no controlar la agresividad, por su parte, otros estudios sostienen que entre los adictos en rehabilitación sí suelen darse muchos antecedentes de violencia.
La seguridad ciudadana se ha convertido hoy en la gran preocupación, al menos para políticos que intentan vender seguridad, por todo el país y para los medios de comunicación, siempre a la caza de noticias impactantes, con Felipe Calderón este tema subió el rating, sobre todo se vio de estrella en un carro del ejercito vestido con casaca militar. La consecuencia es que el miedo aumenta en un principio y luego disminuye y al final a nadie le intereso lo que pasaba, es decir paso de moda entre la población, por lo que se apoyaron los medios de comunicación en otro tipo de actividades que fueran más impactantes, principalmente represivas, como fue el cateo de casas, esculque de vehículos sin una orden o delito infraganti, etc.
Orientadas hacia controles de todo tipo, video vigilancia, drones etc. Y como los factores provocadores de inseguridad suelen presentarse con frecuencia en relación con el consumo de drogas ilegales, se aplaude el castigo del consumo de drogas en público y la represión de los traficantes, sobre todo los pequeños (Narcomenudeo, narco tienditas) Posteriormente se anuncio las drogodependencias móviles en distintas partes de México. La parcialidad con la que trata los casos el gobierno es poco coherente, lo que nos lleva a la duda en el cómo juzga utilizando la televisión y los periódicos, se nota que quiere producir miedo en la población para justificar su marco jurídico moral, vendiendo en el discurso mediático que el orden social fue restablecido recurriendo a frases hechas como la de Vicente fox.
Urge analizar la relación escuela-delincuencia-drogas-violencia en toda su complejidad para poner en marcha las intervenciones más adecuadas a cada caso y situación. Sólo desde esta comprensión teórico práctica estaremos en capacidad de elaborar unas propuestas coherentes de intervención y no arrancar a tontas y locas por atribuir una causalidad y una respuesta. Ante todo lo expuesto, y la complejidad del tema que evidentemente va más allá del llamado. Modelo psicofarmacológico. Habría que intentar responder además si la violencia (léase delincuencia) juvenil es anterior o posterior al consumo de drogas, tema muy debatido. No se entenderá la cuestión de las drogas ni su relación con la delincuencia y la violencia si no se comprende tanto su dimensión social como mundial, con todos los problemas sociales que arrastra consigo.